inocencia robada

relatare un historia real, este tema tan delicado como lo es la violación, el cual  no debe ser callado. al principio dude en publicar esto, pero es un tema realmente grave en el que se vulnera al ser humano, degradan dolo, humillándolo...

Con largos rizos oscuros que se encogían y se alargaban como resortes, la niña de feliz mirada reía.

De aspecto frágil, una niña como cualquiera, gritaba, disfrutaba, con tan solo7 años de vida.

Un día de esos que parece que se acaba el mundo, donde una fuerte lluvia le borro la sonrisa. Se quedo en casa, vigilando las gotitas caer por su ventana.

-saldré un momento, te portas bien, y no le abras la puerta a nadie-. Le dijo la nana.

No importaba mucho, hoy no jugaría. Con paso lento se dirijo hacia su cama, el día era muy triste para mirarle la cara; se cubrió con sus rosas sabanitas y quiso dormir una siestecita.

El tiempo no parecía pasar, aquel nefasto día no parecía acabar.

Una mano pesada se movió por la cama, ella pensó que sería su nana.

 Una gruesa mano le tapo la boca, y ella asustada busco con la mirada.

Un extraños, un extraño, pensó alarmada, siempre le dijeron que no hablara con quienes no conocía, y hace rato su nana le pido que no le abriera la puerta a nadie extraño.

Pero ella no abrió nunca la puerta, ni siquiera Salió de su habitación.

Pensó en gritar pero aquella mano le tapa casi toda la cara. Pateo con fuerza y no consiguió nada, sujetaron sus manos y la obligaron a estar en un posición extraña, molesta para sus brazos.

-calla-. Le dijo una voz ronca.

Se asusto a tal punto que sus lágrimas corrieron por su cara, mojando la linda pijama de ositos morada.

Gemidos salían, unos tras otro acompañados de palabras inentendibles, pero todas con el propósito de pedir ser liberada.

No tenía salida; cerró sus pequeños ojos almendrados y pensó en su madre, ¿dónde estaría ahora que no la ayudaba?

Unas manos privadas de ternura recorrieron su cuerpo con mucha rudeza, tomo sus ropas y las rompió. Ella grito fuertemente, como nunca lo hizo, y en seguida fue callada con un bofetada. Quedo tendí, adolorida. No entendía que hacia aquel hombre y porque la tocaba, le dolía, quería gritar, quería correr, no le gustaba nada lo que hacía.

Lo que vino después no es necesario precisar, aquel desalmado, el quito la paz, la inocencia y ahora se escurría por el pasillo hacia la calle, envolviéndose en un mar de gente del que no saldría.

Ella adolorida, con el alma destrozada, lloro, lloro como nunca lo hizo una niña, una niña bonita que destrozaron su cuerpo, y su ilusión.

Su nana a mala hora llego, mientras afuera el mundo se caía con tanta agua, también el mundo de la niña se derrumbaba.

Encontró la puerta abierta y se alarmo, pensó lo peor, corrió hacia las escaleras a la habitación de la niña en donde le dejo por ultima vez; y allí estaba, desnuda, sufría.

Corrió a auxiliarla y su rostro húmedo de tanto llorar tenía una oscura marca, la marca que deja la desgracia cuando pasa.

La abrazo fuerte, intentando consolarla, pero no se consuela a la desgracia.

-no me ayudaste, no me ayudastes-.repetia la niña en llantos y el alma de su nana se rompí en pedazos.

Desde ese trágico momento, donde el día parecía caerse junto con ella; ella no sonrió más. Nunca antes a vieron reír, solo llorar. Sus muñecas se llenaron de polvo, las pesadillas le quitaban la paz, los fantasmas del pasado la envolvían, no dejándola amar. El tiempo paso y con él los recuerdos cesaron, nunca hubo paz, pero ahora era más soportable la soledad, pero la niña creció, aunque su inocencia fue robada, cambio.

Ahora es una mujer, que su pasado dejo atrás, intento vivir, ser feliz, pero en ocasiones los recuerdos la atrapan y es donde su otro lado se destapa; Y escribe para desahogar su dolor.

Basado en hechos reales.